Una vez en marcha, hace 800 millones de años, la diferenciación de sexos marcó la evolución de dos tendencias, de dos formas de enfrentarse al mundo. Hoy, intentamos averiguar todavía hasta dónde ha influido esa división en el fondo de nuestras conductas sociales.
En la London School of Economics, Helena Cronin, especializada en darwinismo y evolución humana y autora del libro The Ant and the Peacock, ha profundizado en el estudio de las diferencias entre hombres y mujeres respecto a comportamientos y capacidades. Mientras escribe un libro con sus últimas conclusiones, Punset quiso conversar con ella sobre las claves que nos da el darwinismo para comprender buena parte de nuestras reacciones, deseos y formas de vida.
Además de contar con las ideas de Cronin, también hemos consultado a Arcadi Navarro, biólogo evolutivo de la Universidad Pompeu Fabra, quien nos explica cuáles son las diferencias sexuales de base genética, aunque opine que la determinación genética no es definitiva debido a la interacción con el ambiente. María Jayme, doctora en psicóloga diferencial del sexo y del género de la Universidad de Barcelona, nos habla de experimentos que demuestran cómo, a los 18 meses de vida, ya hay diferencias innatas manifiestas entre niños y niñas.
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