Vídeos de la serie Memorias de España
La Prehistoria desmiente los tópicos de trogloditismo brutal con que se quiso caracterizar el inicio de los seres humanos, rebate la uniformidad en su evolución y sí habla de sus diversos mundos, de sus distintas sensibilidades.
La sierra de Atapuerca ofrece una concentración de restos y grupos humanos distintos excepcional y única en el mundo. Su estudio ha permitiendo datar la presencia humana en la sierra, hasta 1,2 millones de años, lo significa la datación mas antigua de Europa.
La cueva de Altamira es uno de los lugares conocidos más asombrosos del inicio de nuestra Historia, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola, cambia radicalmente la percepción de la prehistoria.
A diferencia de lo creído hasta entonces, el hombre del paleolítico había simbolizado sus inquietudes y tratado de encontrar su razón de ser, plasmando su necesidad de interpretar la tierra y encontrar su lugar dentro de ella y lo hace a través de la belleza, de la creación del arte.
Desde el siglo VIII al VI a.C. una civilización, Tarteso, que ocupa el suroeste de la Península Ibérica, atrae por su riqueza a los pueblos navegantes del Mediterráneo Oriental.
Tarteso fue un país catalizador de culturas, fue también el primer estado y la primera economía minera de la Península, sin embargo, sobre su trayectoria se ciernen el enigma y el misterio.
Algunos investigadores lo relacionan con un lugar llamado Tarsis, mencionado en la Biblia. Allí se cuenta cómo al reino de Salomón llegaban cada tres años las naves de Tarsis, trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
Los celtas eran indoeuropeos que se asentaron en la Meseta y en la costa atlántica entre los siglos V y III a.C.
Vivían en poblados llamados castros, amurallados para su mejor defensa y construían en zonas elevadas, destacaron en la elaborar los metales, en las artes decorativas, en la agricultura. De religión politeísta, adoraban el sol, el rayo y otros elementos de la naturaleza
Los primeros humanos modernos que habitan en España se cree que paleolíticos podrían haber llegado a la península ibérica hace 35.000 o 40.000 años.
Los celtas eran indoeuropeos que se asentaron en las tierras de la Meseta y en la costa atlántica peninsular entre los siglos V y III a.C. a través de la cultura de La Tene. Algunos de los más importantes eran los carpetanos, los lusitanos, los arévacos, los vacceos y los vetones.
Los iberos fueron un conjunto de pueblos asentados en una amplia franja costera que se extendía desde Andalucía hasta el sur de Francia, entre el siglo VI a.C. y el siglo I a.C. Algunos de los más importantes eran los turdetanos, los oretanos, los bastetanos, los edetanos y los layetanos, llegaron a adquirir una gran civilización (Dama de Elche). Se dedicaban a la agricultura, el pastoreo y la industria de metales. En cuanto a la religión adoraban a los astros y los espíritus.
Vencida Cartago, Roma descubre su auténtica faz e inicia la conquista de la península Ibérica. Los hispanos, muy inferiores en potencial de guerra al ejército romano, se resisten. Y sobre los pedestales de su tragedia se edifica el mito que durante siglos alimentará una parte de la historiografía española, la de los recuerdos de un carácter indómito, la de la melancolía de una identidad perdida, la del sacrificio y la espada antes que cualquier rendición: Viriato, Numancia...
Tras la victoria de Roma, el territorio peninsular ibérico se encuentra sometido a una misma autoridad política, a unas mismas normas jurídicas, a un mismo sistema económico, incluso asumir la supremacía de los dioses de los vencedores, aceptar una nueva civilización basada en la concentración de la población en grandes urbes. Un legado de excelentes obras públicas, puentes, calzadas, acueductos, se multiplican por el suelo hispano.
Con el cristianismo aparecen en Hispania nuevas inquietudes religiosas. Particular importancia adquiere prisciliano de Ávila y su herejía. La Hispania romana se va desintegrando por influencia de invasiones bárbaras y pronto van adquiriendo particular importancia los reinos de Tolosa y de Toledo. Los visigodos dominan culturalmente la península.
A partir del siglo III cuando la capital comenzó a perder su tradicional autoridad como centro del Imperio y las provincias adquirieron cada vez mayor autonomía. El Imperio era muy grande y difícil de controlar. Cada uno de los ejércitos regionales trataba de imponer a sus generales como emperadores provocando conflictos internos y aumentando la debilidad de Roma.
El legado árabe ha dejado importantes huellas en la cultura española. La época de mayor esplendor de la civilización musulmana se produjo entre los años 929 y 1031. En este capitulo se cuenta el nacimiento del Islam, el avance musulmán y la pérdida de Hispania, así como la resistencia cristiana.
A continuación se narra la Dinastía de los Omeya y el Califato de Córdoba, para terminar con la importancia de la Cultura islámica, la lengua árabe y las ciudades hispano-árabes. La parte final del programa se reserva a los mozárabes, Almanzor ""l Victorioso"", la formación del reino de Asturias y los núcleos de resistencia. Sobre el tablero peninsular, cristianos y musulmanes compiten por cada cuadrícula de tierra.
Desde mediados del siglo XI asistimos a un cambio radical en la correlación de fuerzas entre los cristianos y los musulmanes de Hispania. A ello contribuyó, sin duda, la descomposición de al-Andalus, a raíz de la desaparición del Califato de Córdoba, pero también los progresos que estaba experimentando la cristiandad europea en general, de los que se beneficiaron.
Así las cosas, los núcleos cristianos del norte de la península Ibérica pasaron a tomar la iniciativa en sus ataques militares contra al-Andalus. La reconquista, expresión de contenido ideológico utilizada para referirse a las campañas lanzadas contra los musulmanes con la finalidad de recuperar las tierras perdidas de España, estaba en marcha.
Tras las Navas de Tolosa (1212) prosigue la Reconquista con Fernando III El Santo (1201-1252) que conquista Sevilla (1248). Su hijo, Alfonso X El Sabio (1221-1284) impulsa la cultura romance, Jaime I El Conquistador (1215-1276) comienza expansión por el Mediterráneo. Los reinos cristianos estrechan lazos con Europa.
La época de las calamidades (siglo XIV a 1479). Las desavenencias entre los reinos cristianos habían marcado la historia de la Península desde su formación. Se trataba de guerras entre estados independientes interesados en medrar a costa de sus vecinos.
Los Reyes Católicos. Con la llegada de los Reyes Católicos, aparece una nueva etapa histórica, caracterizada por el orden, la paz social, el respeto a las leyes y la grandeza de la monarquía en contraposición al caos de reinados anteriores. También propugnan la uniformidad religiosa, el arte y la cultura progresan mucho. Se descubre América. Fernando el Católico continúa la expansión por el Mediterráneo. A lo largo del capítulo se intercalan imágenes de la serie de TVE Requiem por Granada dirigida por Vicente Escrivà y de la película La Celestina del director Gerardo Vera.
Tras el descubrimiento de América, se va configurando el Nuevo Mundo dependiente de la corona española. Se pasa revista a las conquistas de Pizarro y Alvarado en México, al descubrimiento del Amazonas por Orellana, a las luchas entre Pizarro y Almagro por el dominio del Nuevo Mundo. También veremos al Padre Las Casas defender a los indios. Se ofrecen dramatizaciones de programas de archivo de TVE y algunos largometrajes como El Dorado de Carlos Saura, Cabeza de vaca de Nicolás de Echevarría, Aguirre, la cólera de Dios de Werner Herzog, El rey pasmado de Imanol Uribe y de El corsario de Tony Mulligan
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