El Dolmen de Guadalperal, en el municipio cacereño de El Gordo, es uno de los más antiguos e impresionantes de Europa que ahora podemos aquí ver como nunca se ha visto.
En unos pocos años podríamos perder esta maravilla megalítica, la mayor parte del tiempo está sumergido en las aguas del pantano y el barranco sobre el que se asienta se está desmoronando.
La construcción de la presa de Valdecañas en 1957 que partió esta tierra, enterró bajo sus aguas dolmenes, ruinas romanas, pueblos enteros, molinos,.... con el mas absoluto desprecio a la historia y las personas que desde tiempos remotos han habitados estas tierras, la condescendencia del poder.
Hoy nos queda exigir lo que es nuestro, el tajo es nuestro rio y sus riveras parte de nuestro patrimonio histórico y cultural. Las autoridades políticas de todos los ámbito, municipales, autonómicas y nacionales, han de convertirse en nuestros valedores ante los intereses energéticos de empresas hidroeléctricas que durante décadas nos han expoliado hasta la extenuación, si así no lo exigimos no tememos derecho ni siquiera al lamento
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