Al decir cerebro no nos estamos refiriendo solo a la mente, pues abarca además de toda una serie de órganos, fibras nerviosas, conexiones sinópticas, células neuroglias, etc.; un mundo difícil de concebir.
Se necesita tan solo una milésima de segundo para que el cerebro mande una señal químico-eléctrica desde el hipotálamo hacia la corteza cerebral, justo en el área motora y de ahí viaje a una velocidad increíble hasta las fibras nerviosas de los dedos de mi mano para que éstos puedan desplazarse libremente sobre el teclado en el que escribimos.